Esta receta es la más especial para mi, porque fue la primer receta que me enseño mi papá, hace muchos, muchos años.
Desde muy chiquita me gustaba mucho y le pedía a mi papá que me prepare este budín para merendar cada dos por tres y cuando crecí y volé del nido familiar, siempre que iba a visitarlo me esperaba con el budín recién sacado del horno.
Por suerte es una receta tan sencilla y lleva tan pocos ingredientes que puedo prepararla cada vez que lo extraño y hoy, que fue uno de esos días, la voy a compartir con uds.
Ingredientes:
♥ Huevos - 4.
♥ Miel - 1 cucharada.
♥ Azúcar - Una taza.
♥ Harina - Una taza.
♥ Manzanas verdes - 2 grandes.
Manos a la masa:
Primero pelamos las manzanas y las cortamos en cubitos, del tamaño que prefieran, y las dejamos a un costado.
En un recipiente batimos los huevos, la miel y el azúcar. Cuando la mezcla este bien, bien batida y espumosa, bajamos la velocidad de la batidora y de a poco y sin dejar de batir agregamos la harina, previamente tamizada, claro.
Enmantecamos y enharinamos un molde, ponemos las manzanas en el fondo, les tiramos un poco de azúcar por arriba y las cubrimos con la mezcla.
Horneamos a temperatura media-baja por aproximadamente 20 minutos. Antes de sacarlo del horno probamos clavando un escarbadientes o un cuchillo y si sale seco significa que ya esta listo.
Sacamos del horno, dejamos enfriar unos minutos, desmoldamos sobre un plato, dejamos enfriar y listo!