Esta receta es una de esas que tanto, tanto me gustan; las que son rápidas, con pocos ingredientes y no pueden más de fáciles.
Me encantan estas recetas porque las podemos hacer en cualquier momento y sin demasiada planificación, y porque es muy poco probable que salgan mal y nos desmotiven en nuestro camino de aprendizaje culinario.
Ingredientes:
♥ Jugo y ralladura de una naranja.
♥ Dos tazas de harina común 0000.
♥ Una taza de azúcar.
♥ Cinco cucharadas soperas de aceite.
♥ Una cucharadita de bicarbonato de sodio.
♥ Una cucharadita de vinagre.
♥ Una cucharadita de esencia de vainilla.
♥ Una pizca de sal.
♥ Una taza de agua.
♥ Un poco de azúcar glas para espolvorear.
Manos a la masa:
Empezá prendiendo el horno a temperatura media para que se vaya precalentando.
Mientras tanto pone en un recipiente todos los ingredientes y mezclá bien. Podes mezclar con batidora eléctrica a velocidad baja o a mano, solo cuidá que no queden grumos.
Cuando la mezcla este bien integrada y sin grumos, pasala a un molde previamente enmantecado y enharinado y hornea a temperatura media por aproximadamente unos 30 - 40 minutos.
Podes verificar que no este crudo clavando un escarbadientes o un cuchillo en el centro y si sale limpio significa que ya esta listo.
Sacalo del horno, deja que se enfríe unos minutos, espolvorea con un poco de azúcar glas, corta en cuadraditos y listo!
¿Viste que no te mentí? ¡Esta receta no puede más de fácil!